De lo venerable sin desasosiego

Posted by Carnets

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El problema es: ¿a qué práctica exhortan los exponentes de la doctrina (Epíkouros y Lucretius) tomando en cuenta el criterio de lo que no muere? ¿Comunidad de amigos filósofos? (o aun sin amigo): ¿Enseñar y aprender los principios de la naturaleza? ¿Y alcanzar la serena fortaleza de los sabios (esa tradición, por la cual, quien razona se distingue de las contiendas)?).

Una oposición: el poema apunta a una doctrina opuesta a la superstición (la que supone posible “cosas que surgen de la nada”, “cosas que desaparecen en la nada” (algo que se consume hasta aniquilarse), “castigos divinos”, “muerte sensible”, “dependencia de los hombres respecto a un dios vengador”…).

Hay algo importante que tiene que ver con las imágenes sensibles (que aparecen en mente).
Epíkouros insiste en que tener en mente imágenes placenteras genera placer.
Lucretius sugiere que observar (con distancia suficiente) la inquietud, las turbaciones, las contiendas, el sufrir: de otros, remarca la suavidad de vivir conforme a la naturaleza.
La tarakhés, la cura, la inquietud o la preocupación es lo tanático (lo que impide ver y sentir lo erótico, o sea, la vida fecundando, germinando).

This entry was posted on 26 marzo 2009 at 4:44 . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

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