Concepción del hombre sabio. Breve contrapunto entre epicúreos y estoicos

Posted by Carnets

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La concepción de la figura del “sabio” en las escuelas (muchas veces) enfrentadas del Jardín (Képos) y del Pórtico (Stoá), tiene cierta ascendencia común (cuentan como antecedentes: Aristóteles, Sócrates, Anaxágoras, Demócrito, Parménides, Heráclito). Sobre todo Sócrates. Ambas escuelas, en todo caso, resultan opuestas en puntos muy sintomáticos.
El resumen que da Diogénes Laercio (Diogénes Laértios) acerca del comportamiento del hombre sabio (según los epicúreos) está en contrapunto intencionado, en contraste iluminador, con el que dio antes sobre el sabio estoico. Incluso su ordenación responde a esa contraposición.
La doxografía recogida sobre el sabio estoico, en D. L., VII, 117-125 (en la vida de Zenón) y las opiniones de los epicúreos (D. L., X, 117-121 a) al respecto forman una especie de díptico (o descripción en dos partes que se complementan). Así, algunas opiniones (dóxai), que resultan un tanto sorprendentes en su exposición tan suelta y abreviada, se entienden mejor pensando en la opinión contraria mantenida por los estoicos.
Respecto al contrapunto entre epicúreos y estoicos. Característica del epicúreo es la moderación (la inclinación por el punto suficiente) frente al ideal extremo de los estoicos.

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