Poética de la lucidez

Posted by Carnets

"Te pierdes en perdidas convulsiones / te pones flor de encanto para lucir tus desventura. / Te deshaces en plumas y querellas. / Tu vanidad es joya que mancha tu silencio, / y te triza la luz de tu propósito".

En el poema sueles lucir desventura como tuya: vanidad entre vanidades. Las convulsiones estaban esperando por ti antes de que aparecieras. La flor que se cierra al desencanto está perdida. El perfume viene de nacer muriendo. No caben querellas ni plumas que no alzan el vuelo. El silencio se enquista, se hace espúreo por cualquier joya de vanidad. Desasirse de todo lo que hincha el yo. Desaferrarse del plan (divino o humanista), siente tu latido, tradúcelo en silencio. La lucidez acudirá tarde o temprano: luz que triza la luz de tu propósito. La lucidez, tradúcela.

***

"Tu hora está contada, en latido infalible. / Guarda tu cuerpo y déjalo nutrirse de su sombra. / Ya no vivas de olores ni sonidos. / Raspa con una concha marina tu cerebro".

Esto es todo. latido, hora de tomar la decisión.
Ritmo, latidos. Hay hora que cesa, de modo infalible. Tu cuerpo se hace angosto, débil, sin la sombra. Nútrelo de lo que queda como sedimento secreto, hondo, palpitante. Se vive de sombra, no de olores ni sonidos que nunca son tuyos. El tacto con la dureza, el recoger conchas aguzadas y rasparse el cráneo. Recuérdate el mar, recuérdate ola.

This entry was posted on 14 enero 2010 at 5:04 . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

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