La sombra de Epíkouros.
1. El nombre de Epíkouros.
Cuán determinado Epíkouros por el nombre que lo interpela.
Epíkouros: que sirve, que auxilia, que protege; el vengador.
Quien con ese nombre habla, dijo que la philosophía que no auxilia es huero sonido; vana opinión, la que no sirve para eliminar el dolor y alcanzar el placer. El que habla a los suyos, insiste en protegerlos de lo turbador, y apunta a lo que es dañino en áreas como: educación, sociedad, lenguaje y culto. Ofrece un fin a los excesos. El fin mismo es lo que lo define. La mayoría de los hombres excede sus límites. Son los que quedan fuera. ¿Esa acuciosa y acérrima delimitación no es acaso su venganza?
Complementos:
-El verbo epikouréo: asistir, socorrer, auxiliar; servir, ser de utilidad [con dativo: para alguien]; poner remedio a algo [se acompaña de dativo, ejemplo: nósois: a enfermedades].
-La noción (es nombre) epikoúreios: epicúreo, secuaz de Epíkouros.
Quien con ese nombre habla, dijo que la philosophía que no auxilia es huero sonido; vana opinión, la que no sirve para eliminar el dolor y alcanzar el placer. El que habla a los suyos, insiste en protegerlos de lo turbador, y apunta a lo que es dañino en áreas como: educación, sociedad, lenguaje y culto. Ofrece un fin a los excesos. El fin mismo es lo que lo define. La mayoría de los hombres excede sus límites. Son los que quedan fuera. ¿Esa acuciosa y acérrima delimitación no es acaso su venganza?
Complementos:
-El verbo epikouréo: asistir, socorrer, auxiliar; servir, ser de utilidad [con dativo: para alguien]; poner remedio a algo [se acompaña de dativo, ejemplo: nósois: a enfermedades].
-La noción (es nombre) epikoúreios: epicúreo, secuaz de Epíkouros.
-Hay un nombre, algo que dice una cualidad. Es epikouría (o en jónico: epikouríe): ayuda, socorro, auxilio. En ese sentido, epikourían poieîsthai alude a prestar auxilio.
También se emplea en plural, epikouríai y significa: auxiliares (como la clase de los auxiliares en la obra de Pláton) o tropas auxiliares. Por otra parte, la palabra epikourikón es un nombre alternativo para dicha tropa.
-Otro nombre. Una palabra que refiere al producto de la acción “epicúrea”. Se trata de epikoúrema y significa algo semejante al español “protección”. ¿Qué relación hay entre ella y la infalibilidad de la aspháleia?
2 El humor de Epíkouros.
El “humor” indica cada uno de los líquidos de un organismo vivo, los cuales se consideraban antiguamente determinantes –por su respectiva proporción- del estado afectivo de dicho organismo, es decir, de su disposición. El humor pasó con el tiempo a nombrar la buena disposición (sin excesiva gravedad) para hacer algo. El “humor” llegó a nombrar lo que se juzgaba “buen humor”. Eso refería a la capacidad para evitar sobrecargas, para mantener ligereza, fluidez y ánimo activo.
Epíkouros parece a primeras carecer de humor. Él reconviene al que reitera de manera necia el tópico helénico acerca de lo lamentable de vivir. Carecería de humor porque se toma muy en serio las palabras y deja de captar la broma implícita. Es más, advierte que en algunas cosas es inaceptable la broma. Quizá “no es posible aceptar una broma cuando ésta injuria la vida, en el sentido que se la tacha como “mala”, juzgándosela con un criterio diferente de la sensibilidad –sólo posible por ella. No se puede uno jactar del juicio y juzgar mal aquella condición indispensable por la cual tenemos juicio (el argumento ya lo empleaban los cínicos para atacar los malos juicios acerca de los propios progenitores). Pero hay otro punto: Epíkouros sí parece dar muestras de humor cuando se opone a la lamentación o al espanto que se asocian a la muerte. Es más, él redunda en la “descalificación” de la muerte (que no puede ser juzgada) y bromea sobre quienes, mientras viven y pueden sentir placer, se angustian por ella, o sea, por el fin de la propia sensibilidad, el que nunca es sentido.
Sí, el “filósofo del auxilio” apenas se molesta y nunca se enfurece apasionadamente. Vive en una repulsa de los extremos y de lo accesorio. Por ello, justamente, no tiende ni al sarcasmo ni al chiste (aunque sí tiende más a la ironía, o a mandar al diablo). Su humor es más bien biliar (denso, más dado a la mesura y a la duda que a las exageraciones del melancólico y a la levedad del sanguíneo). El mismo que rechaza a Platón y desprecia a los líricos o a los cínicos se abstiene de pensar determinado por lo que ha excedido el límite de su propiedad o sus propiedades (ese conjunto es su phýsis).
El epicúreo es alguien dedicado a desmontar los delirios de la mayoría, a escapar de las difundidas vanidades y a tomar distancia para cultivar su propio jardín (el kêpos es algo concreto y también una metáfora explicativa). Este último es algo acotado pero suficiente.
Complementos:
-Cuando alguien que lee los fragmentos de Epíkouros, tiende a interpretarlo.
El epicúreo es alguien dedicado a desmontar los delirios de la mayoría, a escapar de las difundidas vanidades y a tomar distancia para cultivar su propio jardín (el kêpos es algo concreto y también una metáfora explicativa). Este último es algo acotado pero suficiente.
Complementos:
-Cuando alguien que lee los fragmentos de Epíkouros, tiende a interpretarlo.
¿Por qué abstenerse de leerlo desde su propio “humor”? Leer a Epíkouros no exige sentir como él. El lírico y melancólico Cioran, el escéptico y sanguíneo Montaigne, lo leían relativamente, cada uno desde su punto de vista y de su humor.
El estilo de la lectura y de la escritura está conectado al “humor” desde el cual nos acercamos. Según pienso, el o la intérprete sólo mantiene un deber: leer desde su estilo; es decir, desde su humor.
-Palabras del filósofo sobre la broma y el humor que da lugar al “pesimismo”. Hay un fragmentario texto (¿acaso hay texto que no sea fragmentario? Quizá, en este sentido, la “literatura” sea la utopía que soslaya lo fragmentario de todo texto y la indefectible correlación entre el escrito (acto finito, producto concluido) y las lecturas (posibles y abiertas)). El fragmento de Epíkouros está recogido en D.L. 126-127. He aquí las palabras bajo transliteración:
El estilo de la lectura y de la escritura está conectado al “humor” desde el cual nos acercamos. Según pienso, el o la intérprete sólo mantiene un deber: leer desde su estilo; es decir, desde su humor.
-Palabras del filósofo sobre la broma y el humor que da lugar al “pesimismo”. Hay un fragmentario texto (¿acaso hay texto que no sea fragmentario? Quizá, en este sentido, la “literatura” sea la utopía que soslaya lo fragmentario de todo texto y la indefectible correlación entre el escrito (acto finito, producto concluido) y las lecturas (posibles y abiertas)). El fragmento de Epíkouros está recogido en D.L. 126-127. He aquí las palabras bajo transliteración:
“poly dè kheîron kaì ho légon kalòn mèn mè phýnai,
phýnta d’hóntos ókista pýlas Haídao perêsai.
Ei mèn gàr pepoithòs tostó phesi, pôs ouk apérkhetai toû zên; en hetoímoi gàr autoî toût’ éstin, eíper ên bebouleuménon autoî bebaíos ei dè mokómenos, mátaios en toîs ouk epidekhoménois”.
phýnta d’hóntos ókista pýlas Haídao perêsai.
Ei mèn gàr pepoithòs tostó phesi, pôs ouk apérkhetai toû zên; en hetoímoi gàr autoî toût’ éstin, eíper ên bebouleuménon autoî bebaíos ei dè mokómenos, mátaios en toîs ouk epidekhoménois”.
La traducción al inglés es más o menos así:
“Much worse is he who says that it were good not to be born,
But when once one is born to pass with all speed through the gates of Hades.
For if he truly believes this, why does he not depart from life? It were easy for him to do so, if once he were firmly convinced. If he speaks only in mockery, his words are foolishness, for those who hear believe him not”.
Epíkouros califica de: “peor”, “necedad”, “broma” e “increíble” el aserto burlonamente pesimista. Se trata de conservarse consecuentes con la palabra dada. Tal es el imperativo del epicúreo, sino se priva a los nombres de su eficacia terapéutica. El efecto humorístico, por lo mismo, tiene que ceder a “la verdad del lenguaje” (su fundamento verídico), cuestión que remite a la investigación de la naturaleza, el uso de las nociones según la concepción original, la percepción sensible como criterio de conocimiento, el trato justo en la comunicación de experiencias (la franqueza). Sólo una vez que se ha cumplido tales principios, podemos hacer uso de la broma. Habría entonces un criterio ético para la broma. Tal vez esto signifique que en el marco de la doctrina epicúrea la psicagogia es de mayor importancia que la estilística.
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on 21 abril 2009
at 17:38
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