La Philía epicúrea. Preludio 5

Posted by Carnets

***
Habría que esperar al surgimiento de la doctrina ética de Epíkouros, excepcional heredero de Demókritos, a más de un siglo de distancia, para dar con ideas a la par complementarias y radicalmente diferentes. Se podría señalar incluso que hay una mayor coherencia del sistema epicúreo, y que ella es evidente al dar a la ética los mismos principios fundadores que a la física. Así pues, con un enfoque inmanente y materialista, además de la preeminencia de la sensación como criterio cognoscitivo, se lleva a cabo el rechazo de todo lo que quedaba de pensamiento dualista (con sus respectivas oposiciones provenientes del pensamiento religioso); lo que si bien tendía a cambiar la situación del hombre en el universo, pintándola aun más fluctuante, también apartaba de la amistad todo elemento extrínseco a la efectiva utilidad y a la seguridad -más o menos estable-. Es en tal sentido que conviene entender las sentencias epicúreas en las que el maestro pide distinguir dos momentos en la amistad: aquel primero en que nace de la utilidad y aquel segundo en que se complementa y se fortifica la amistad (por la confianza que genera), aun cuando no se concrete el potencial beneficio. En efecto, “toda amistad es digna de elegirse por ella misma, pero ella tiene su principio en la utilidad”[1]. A esto, debemos agregar que la utilidad (khreía) es, según la doctrina epicúrea, un requisito para cosechar ventajas del uso de la comunidad (sin quedarse en simple egoísmo o negligencia); además de favorecer el logro del más exquisito fruto de la philía, es decir, la mutua confianza. Respecto a lo anterior, Epíkouros escribe: “no es amigo aquel que en todo busca la utilidad ni tampoco el que nunca la agrega a ella; el primero, en efecto, hace de los favores un objeto de intercambio mercantil; el segundo, arranca de raíz toda buena esperanza respecto al futuro”[2]. Por consiguiente, la utilidad (khreía) no corresponde meramente a un motivo en su desarrollo originario, que habiendo jugado un papel en la génesis de la amistad, desaparecería una vez que se descubre un placer superior; más bien, es un punto de partida, un principio (arkhé), en el cual la amistad debe abrevar continuamente a fin de fortalecerse y reencontrar su vigor. En suma a lo anterior, parece oportuno agregar lo siguiente: en el uso afectuoso[3] de la comunidad (koinonía), justamente al cultivar la utilidad que le es propia, se alcanza un firme e infalible (asphalés) placer (hedoné).

[1] GV XXIII: pâsa philía heautèn arkhèn dè eílephen apò tês opheleías.

[2] GV XXXIX: outh’ hó èn khreían epizetôn dià pantòs phílos oúth’ hó medépote synápton hó mèn gàr kapeléuei teî kháriti tèn amoibén hó apokópei tèn perì toû méllontos euelpistían.

[3] Es lo que indica la forma “sympathômen”, de la que se habla en la SV 66 (GV LXVI), y que se refiere a la simpatía entre los amigos (phíloi) que se traduce en que uno ayuda al otro a sobreponerse del dolor mediante la reflexión –el consejo de discernimientos- de los límites de la vida y de la recta actitud ante la muerte, lo que lleva ciertamente al disfrute agradecido de la comunidad; es decir, produce el favor mediante la operación filosófica y la práctica de una solidaria amistad. Por otra parte, se trata de que los amigos se apliquen a reconocer que su respectiva satisfacción es “expedita” (eupóriston).

This entry was posted on 29 marzo 2009 at 12:54 . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

0 comentarios

Publicar un comentario